jueves, 8 de octubre de 2015

Un día cualquiera

El día que vuelvas
Será tan solo un día más
Para la inmensa mayoría
De los habitantes del planeta.
En la mañana sonará un
Poco de jazz en la radio
Mientras conduzco
Y ese detalle hará
Que la ciudad se vea
Un tanto más pintoresca,
Pero tendré siempre presente
Que es tan solo un efecto
Ilusorio,
Espejismos tamborileando
En medio de mis pensamientos,
El eco de un aplauso que
Hace tiempo se extinguió.
Veré personas,
Muchas personas
Que no significan nada
Arremolinadas en torno
A las ideas que algunos
Creen que salvarán el
Mundo en que vivimos,
Seres que se movilizan
De manera torpe
En busca del sentido
Que lleva años escondidos
Debajo de su cama
Y hace poco más
Que envejecer y
Burlarse de su ineptitud;
Tal vez un par de caras
Conocidas revoloteando
En medio del vacío
También harán parte
Del paisaje con esa
Triste expresión que
Se asoma en el borde
De las sonrisas que no
Son del todo sinceras;
Veré personas,
Muchas personas
Con las que malgastaré
Palabra alguna,
Muchas personas
Para las que mi existencia
Tiene tanta importancia
Como tu itinerario de vuelo,
Como el peso de tus maletas,
Como ese último adiós que
Le diste a tu habitación
Con un paneo incoloro
De tu mirada mientras
Caías en la cuenta de que
A veces el tiempo muere
Y nos arrastra a todos
En ese caudal de
Desolación sin siquiera
Tomarse la molestia
De preguntar si estamos
De acuerdo con sus
Decisiones,
Sin darnos voz,
Sin darnos el beneficio
De la duda,
Sin darnos ese segundo
De nirvana una vez más,
Dejándonos cuesta abajo
Con la certeza máxima
De que deberemos situar
El pasado en un pedestal
Y rendirle culto a la tumba
Del efímero pináculo
De nuestros días.

El día que vuelvas
No será un día maravilloso
Y eso te lo puedo prometer
Aun sabiendo tan poco
De lo que significa
Sentir la vida entre
Las venas.
Los pájaros cantarán
Como siempre,
El sol saldrá a la
Misma hora
Y hasta es posible
Que llueva a cántaros;
No habrá cartel de
Bienvenida
Ni verás fotografías
De tu rostro anunciando
Tu llegada;
El silencio va a ser
La única música que
Acompañe tus pasos,
Los edificios serán
Indiferentes ante
Tu vista curiosa
Ávida de cambios
Que no son para nada
Significativos
Y es probable que
Sientas un inmenso
Deseo de llorar
Pero te contengas
A último minuto
Porque sabes
De antemano
Que nadie te está
Mirando.

El día que vuelvas
No pensaré en ti
En gran parte de
Aquel par de vueltas
Al reloj,
Estaré ocupado en
Asuntos propios
Mientras tú intentas
Reconstruir una
Realidad que hace
Mucho te es ajena,
Una realidad que
Ahora representa
El fracaso y la resignación,
Una serie de promesas
Que te incumpliste
A ti misma sin
Intención alguna.
No pensaré en qué
Desayunaste,
En cuántas horas
De sueño tuviste,
En qué ropa traes
Puesta
Ni en si estás
Pensando en mí;
No pensaré en
Las fotografías
Que tomamos
Juntos,
No pensaré en los
Poemas que te escribí
Ni en los dibujos
Que hiciste para mí,
No pensaré en
Tus juegos de palabras
Ni el marcado acento
Que se escapaba
Cada vez que
Conversábamos
Hasta que el sol
Se posara una vez
Más en tu ventana
Y entre risas y besos
Nos despedíamos
Aferrados a la esperanza
De vernos de nuevo
En un futuro lejano
Pero no inalcanzable;
No pensaré en nuestros
Pequeños trozos de utopía,
En los avioncitos de papel
Que aún deben estar volando
En alguna parte.

Pero estoy seguro
De que en algún momento
De ese día tan común,
En un instante de flaqueza
Y distracción absoluta,
Haré una pausa y me
Quedaré mirando
El cielo en silencio
Para sonreír.
Sabré que el mundo
Sigue su curso de
Igual manera
Y que de seguro
Hace ya tiempo
Que me has olvidado,
No es un día especial
Ni para ti ni para mí
Aunque eso no parezca
Significar nada;
Pero has vuelto,
Maldita sea,
Has vuelto y eso
Vale más que una
Simple sonrisa,
Mucho más.

Por: Juan José Cadena D.


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