Nuevamente mis ojos se abren,
Nuevamente mi desdicha comienza,
Lentamente me separo de mis sueños,
Suavemente despierta mi cabeza,
Dolor que va siempre en aumento,
Mi alma y cuerpo calcomiendo,
No dolor de ser quien soy,
No dolor de saber lo que se,
Dolor por todo aquel que mi juzga sin siquiera conocer,
Conocer mis luchas contra dragones,
Mi aficion por los tambores,
mis cabalgatas por mil legiones,
o siquiera la crueldad de mis razones.
Mis lagrimales se han secado,
como la saliva de mi boca,
mis pies descalzos corren,
entre pasto, padimento y roca,
entre las llamas adulantes del cruel destino,
que por mas que lo ha intentado no ha logrado persuadirme,
que con crueles intenciones siempre intenta derrumbarme,
siempre intenta destrosarme,
siempre logra maltratarme.
Soy un caminante,
Es mi unica profesion,
Que en la vida todo me falte,
Menos mi honestidad y mi razon,
Bella razon con la cual todo cambio,
Con lo cual lo mas bello pasa a ser lo mas amplio,
Razon ya cuestionada por los no siempre conocidos,
Que me ven con tristeza mientras siguen su camino,
Pero que mas da lo que digan,
Aun tengo mi conciencia,
Tengo mis colores, mi universo y mis planetas,
Soy capaz de hablar de lo que nunca he vivido,
Y de contar mis experiencias a todo aquel que tenga oidos.
No debo demostrar nada a aquel que no lo meresca,
No debo rogarle a nadie que no viva en mi cabeza,
Debo caminar sin nada que justificar,
Debo seguir andando sin pensar en los demas,
Mis bolsillos estan vacios,
Como siempre lo han estado,
Y sin embargo me siento mas que muchos que he encontrado,
No hay hipocresia en mis palabras,
Ni mentira en mis pensamientos,
Tan solo vivo tranquilo,
Sin bendiciones ni tormentos,
¿Quién eres tú para jusgarme si tan solo eres un hombre?
¿Quién eres tú para criticarme por tan solo ser un hombre?
Hombre de paz,
Hombre tranquilo,
Sin necesidad de molestar a nadie para poder dormir tranquilo.
Por: Juan José Cadena D.
