Te
veo de lejos
Como
quien se
Queda
atónito
Ante
una pintura
Que
no entiende,
De
la que no tiene
Mayor
contexto
Por
lo que se ve
Obligado
a buscar
Una
pizca de sí
Mismo
entre aquellos
Trazos
que el tiempo
Ha
tensado con una
Precisión
que escapa
Su
entendimiento
Para
que se trate
Tan
solo
De
ti.
Te
veo de lejos
Sin
conocerte,
Sin
hablarte,
Sin
acercarme
Más
de la cuenta
Para
evitar cualquier
Sospecha
del
Contemplativo
placer
Que
en mí despierta
Tu
imagen sentada
A
dos o tres mesas
De
distancia con
La
vista fija en
Unas
páginas
Que
desconozco
Pero
que me
Encantaría
haber
Escrito
tan solo
Para
que te
Encontraras
con
Mi
firma silenciosa
En
la última línea
Y
por un instante
Nuestras
mentes
Se
encontraran más
Allá
de nuestros
Lejanos
cuerpos
Y
poder jugar a
Que
mis ojos
Guían
tu mirar
Aunque
sea tan
Solo
durante el
Efímero
instante
De
un parpadeo
Que
a nadie más
Le
viene en gracia
Pero
para mí puede
Llegar
a significar
Un
sorbo de la
Vida
misma.
Te
veo de lejos,
Siempre
de lejos
Y
a veces cuestiono
El
porqué de mi
Extrema
timidez
Ante
tu presencia,
Ante
tu mirada,
Ante
la leve sonrisa
Que
se filtra entre
Tus
labios cuando
Algo
te cae en gracia
Y
yo me quedo
Sin
palabras ante
Tal
muestra de
Naturalidad
que
Nada
tiene que
Envidiarle
a la
Aurora
boreal
O
al silencio
De
la ciudad a
Las
tres de la
Mañana
de un
Martes
cualquiera
En
el que la lluvia
No
es más que el
Inocente
transitar
Del
silencioso velo
De
la muerte misma.
Y
es que a estas
Alturas
estoy seguro
De
que no hay
Belleza
más allá
Del
dibujo de tu
Materialidad
al
Otro
lado de este
Pequeño
espacio
Con
tintes de
Infinito
en el que
A
veces nos
Encontramos
Tú
y yo
Sin
que haya un
Nosotros
De
por medio;
Por
eso mismo
No
te hablo,
No
me acerco,
No
te miro más
De
la cuenta,
Porque
sé que
En
alguna parte
De
mi ser se
Esconde
la certeza
De
que eres tan
Humana
como yo
Y
nada me sacude
Más
la existencia
Que
dejar aquel
Fatal
pensamiento
Cruzarse
por
Mi
mente,
Tan
solo imagina
El
daño que puede
Hacerme
el descubrir
Tu
humanidad en
Medio
de cualquier
Charla
banal que
Podríamos
llegar
A
compartir con
Cafeína
y tabaco
De
por medio,
Y
es que son
Tantos
los detalles
Que
revelan lo que
En
realidad somos
Que
a veces da algo
De
pánico escénico
Salir
a caminar sin
Las
debidas
Precauciones.
Entonces
te veo
De
lejos,
Siempre
De
lejos,
Desde
este lado
Del
espacio que
Compartimos
pero
Es
mucho más
Tuyo
que mío
Sin
llegar a darte
Cuenta
de que,
De
alguna manera,
Eres
tú la que
Termina
siendo
Un
poco más
Mía
que tuya
Y
yo el que termino
Siendo,
Sin
lugar a dudas,
Absolutamente
Tuyo.
Y
lo acepto
Con
una sonrisa
De
medio lado
Que
a veces se
Me
escapa mientras
Te
miro,
Mientras te miro
De
lejos y sonríes
Y
yo muero un poco
De
la ilusión de pensar
Que
sonríes por mí
Sin
conocerme,
Por
supuesto,
Siempre
sin
Conocerme.
Por:
Juan José Cadena D.