martes, 29 de septiembre de 2015

Cicatrices

Llevo varios meses
Sin saber nada de ti,
He elegido alejarme
De todo lo que significas
Para ver si puedo
Encontrar una versión
De mí mismo
Que no esté atada
A tu recuerdo;
He elegido cambiar
Los caminos que frecuento,
Los autores de los que hablo
Y hasta mi forma de pensar,
Aunque eso signifique
Cambiar la forma
En que percibo el mundo,
Tener que conocerme
Una vez más,
Comenzar de cero.
He elegido ignorar tu
Existencia con plena
Seguridad en que
Voy a poder ser el
Mismo que fui antes
De conocerte
Y hay momentos
En los que, en medio
De alguna conversación
Cualquiera logró acercarme
Mucho a ese yo del pasado
Que, siendo realista,
No tiene nada de especial;
Un poco más necio
Y con cicatrices menos
Visibles en cada palabra
Que se escapa de su boca,
Pero nada especial
Al fin y al cabo,
Una persona cualquiera
Deambulando por un mundo
En el que nunca se siente
Del todo cómoda,
Un constante intento
De ser mejor según unos
Parámetros que no tiene
Del todo claros,
Unas ataduras oxidadas
Que bien pueden estar
Custodiando un leviatán
O un gnomo de jardín
Con una sonrisa de medio lado.
Sí, admito que hiciste
Que quisiese posarme
En mi pasado un par de días,
Fuerte contradicción
A los principios que
He forjado con tanta dificultad,
Pues creo con firmeza
En la inexistencia de un
Pasado alegre por culpa
De la subjetiva puntuación
Hallada en los recuerdos
Que, a fin de cuentas,
Ni siquiera son del todo nuestros;
Pero no importa ser un
Poco incoherente cada tanto,
No importa mientras
Pueda transitar las calles
De la ciudad que habito
Sin encontrarme con las
Balas perdidas que resultan
Siendo las historias
Escapadas de tus propios
Labios alargados
O las ideas que algún
Día pudimos haber
Compartido en esas
Conversaciones largas
Que tanto te gustaba
Sostener.
No, no me importa en
Lo más mínimo ser nadie
Una vez más,
No me importa porque
Siendo nadie
No estoy cargado de
Esas palabras que 
Dijiste con mucha suavidad
Y la voz entrecortada
Con los arreboles del
Amanecer iluminando
Tu habitación
Y nuestros cuerpos.

Llevo varios meses
Sin saber nada de ti,
Me encuentro lejos del
Alcance de tus influencias,
Libre de tu existencia,
Ajeno a tus fotos,
A tus palabras,
A tus decisiones;
Estoy tan lejos
Que creo que no
Podría encontrarte
Aunque me viniese en
Gana hacerlo por un
Mero capricho de la
Nostalgia,
Tan alejado que me
Siento incapaz de sonreírte
Si, por algún extraño
Motivo, nuestros caminos
Se cruzaran de nuevo;
No sé quién eres,
No me interesa conocerte,
No me interesa en lo más
Mínimo saber cuál es tu
Color favorito
Ni la banda que escuchas
Mientras realizas tus
Dibujos en esa agenda
Azul aguamarina;
No quiero ver tu firma
Al final de alguna carta
Deslizándose bajo mi puerta
Ni saber que los domingos
Te gusta salir al parque
A leer un libro
O no hacer nada
Dependiendo de tu
Ánimo.

Llevo varios meses
Sin saber nada de ti,
Esforzándome por
No saber nada de ti,
Haciendo lo posible
Por olvidar lo poco
Que creí saber de ti
Para ver si puedo
Espabilar y seguir
Adelante sin tener
Que encontrar
Tu rostro ausente
En cada estornudo
De mi pensamiento.
Pero estoy aquí,
Al otro lado del planeta,
Bajo un sol infernal
Bañándome en el gélido
Océano a las seis
De la tarde
Con las luces
De una ciudad
Espectacular
Frente a mis ojos
Y lo único que pienso
Es en que quisiera
Que estuvieses
A mi lado;
Sin hablar,
Sin conocernos,
Sin prometernos
La más mínima
Fidelidad,
Solo tomados
De la mano
Con la brisa
Mediterránea
Sacudiendo
Nuestros
Rostros;
Felices.


Por: Juan José Cadena D. 

lunes, 28 de septiembre de 2015

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Creo que no escribí este texto a tiempo
Y por eso llevo más de una hora
Sentado a oscuras en mi habitación
Con música clásica de fondo
Tecleando palabras que no me gustan
Tan solo para borrarlas tras
Sus efímeros segundos de existencia.
Quizá es cierto que hay temas
De los que solo se puede
Escribir en caliente,
Con el sentimiento
A flor de piel,
Con el nudo en la garganta,
Las palpitaciones aceleradas
Y esa extraña resistencia
Del aire que sientes tras
Haber creado una conexión,
Hecho catarsis;
Temas de los que solo es posible
Hablar cuando se sienten
Esas ganas inexplicables
De acostarse en una cama
Y ver pasar los años sin
Siquiera tener las valentía
De cerrar los ojos y dormir,
Cuando el tiempo se va
De fiesta aprovechando
Que no tienes interés alguno
En ver el reloj cada
Cinco minutos.
Sí, esto lo debí haber escrito sin afán
Y sin pensar en ustedes,
Ojos perezosos que se saltan
Un par de líneas sin la menor
De las vergüenzas
Para luego alegar que
No entendieron el mensaje;
Hay que ser muy inocente
Para creer que vas a poder
Entender lo que otro escribe;
Tener mucho carácter expresado en
Algunos sueños que crees propios
Acompañados de tiempo libre
Nunca es suficiente
Para interpretar
Y esa es una de lecciones
Que no aprenden todos
En este mundo,
Aunque deberían.

Es frustrante para mí
No poder escribir esto
De una manera que me
Satisfaga;
Me dan ganas de pegarme
En la cabeza un par de golpes
Para sacar todas esas frases
Que llevo días repitiendo mientras
Camino en los pasillos,
En la ducha,
Mientras sostengo una
Conversación sobre un
Tema que me parece irrelevante
Con alguien que no me
Parece siquiera interesante.
Nada, todo se queda
En simples intentos,
En gritos al vacío,
En juegos de palabras
Que ni yo mismo voy a entender
En un par de meses;
Y sí que me da pereza
Escribir para complicarme
Más la existencia,
Pero me niego
A quedarme con
Esta saliva seca
Quemándome los labios.
Vamos de nuevo, entonces,
Es posible que esta vez
Aparezca algo decente
En la pantalla.

No sé por qué hablaste
De palabras en las que
Nunca estuviste dispuesta
A creer del todo,
Como si con el simple
Acto de decir una o dos
Frases todos pudiésemos
Acceder al paraíso
Que tanto te jactas de
Hallar cuando deambulas
Por las calles de una
Ciudad que te es impropia.
Vives las peripecias
De la lejanía que se niega
A aceptarte mientras
Luchas por librarte
De unas ataduras
Que resultaron ser de acero
Con una mochila
Deshilachada colgando
De tus hombros,
Poco tiempo
Y mucha ganas de comer;
Hace ya tiempo que has
Debido comprender
El hecho de que
En esta vida no siempre
Ganan los que más quieren
Ni los que tienen una visión
Más inteligente de la realidad;
Aquí todos vamos de un
Lado a otro haciendo
Actividades que no tienen
Sentido para poder comer
Y salvarnos del tedio
Infinito que pueden llegar
A ser la soledad y el silencio
O, peor aún, el estar
Rodeado de personas
Casi inexistentes
En medio del bullicio.
Hoy me desperté con la
Cruda certeza de que
No eres nadie y de que
Estás en un punto de tu
Vida en el que te quedan
Pocas oportunidades
De salir de esa incómoda
Posición,
Si es que te importa,
Si es que tienes en tu
Cabeza algo que no
Sean anécdotas banales
Tan entretenidas
Como un partido de fútbol
Entre dos equipos
De los que no se tiene
Conocimiento alguno
Un domingo caluroso
A las cuatro de la tarde,
Si es que, por casualidad,
Hoy no te despertaste con
Ganas de olvidarte del mundo
Que hace ya tiempo se olvidó
De ti a manera de reivindicación
Silenciosa por la serie de malas
Decisiones que sabes que has
Venido tomando durante los
Últimos años de tu vida.
No sé por qué hablaste de palabras,
No sé por qué llegaste siquiera a
Considerar que pueden ser
Instrumentos justos y precisos
Para crear cercanía en la distancia,
Máquinas del tiempo que nos
Mantienen distraídos con imágenes
De los que fuimos y lo que podemos
Llegar a ser para darle tiempo
Al destino, a la espera de que
Le venga en gana ponernos
Una vez más cara a cara
Y reírnos a carcajadas
Porque logramos ser
Tan tercos como nos lo
Propusimos de manera
Tácita con esa última
Caricia silenciosa
E insignificante
Dada de manera apresurada
Por la inminente separación
Que se nos venía encima.
No eres nadie y creo que
Por eso le tienes tanto miedo
A los vacíos,
Le tienes miedo a poder
Llenarte de algo diferente
A un pasado del que,
Con alegría, te sientes
Alejada en demasía;
Tu fortaleza está tan solo
En la absoluta certeza de
No querer seguir siendo
Tú misma,
Pero hace tiempo que te
Diste cuenta de que es
Algo aparente,
Ilusorio,
Inexistente,
Intangible,
Inútil;
Ahora sientes miedo
Y es algo comprensible,
Pero no tienes por qué
Meter palabras en este
Embrollo que tú misma
Formaste pensando
Que podías salir
Fortalecida,
No tienes por qué
Hablar de lo que no
Te compete,
Aunque eso que no
Te compete
Sean tus propios
Sentimientos.
No, no debiste haber
Metido a las palabras
En este dilema,
Debiste haberte quedado
En silencio
Mientras yo partía
Porque no hay peor
Compromiso que aquel
Que se ha hecho medias;
Ahora ni las palabras
Ni yo tenemos idea de qué
Hacer y tú te fuiste
Sin razón alguna;
¿Qué hago yo con tantas
Palabras de importancia nula?

Sí, debí haber escrito esto
Hace un par de semanas;
Hoy todo se siente frío y lejano
Cuando hace muy poco
El resultado pudo ser
Una amalgama de honestidad
Brutal que prometía
Mover algo en ustedes.
Una lástima.
La próxima vez trataré
De no perder el tiempo,
Escribir con la sangre
En plena ebullición;
Las ideas no son suficientes
Para escribir algo
Que valga la pena.

Por: Juan José Cadena D.

domingo, 6 de septiembre de 2015

De rosado y pantalones cortos

Éramos tan solo
Dos desconocidos,
Un par de extraños
Que se encontraron
Aquella noche
Y contaban con un par
De amigos en común.
Tenía puesto un vestido
Color rosado y unos
Pantalones cortos,
Su espalda estaba
Tan descubierta
Como sus piernas
Y parecía sentirse
Orgullosa por ese detalle,
Parecía estar diciendo
“Ven, mírame,
No te preocupes,
No te avergüences
En lo más mínimo;
Mírame cuanto quieras,
Sacia tus deseos
Con la imagen
Que soy frente a ti”,
Parecía muy tranquila,
Muy cómoda con su ser,
Muy segura;
¿A quién no le llama
La atención una
Mujer segura?,
¿Una persona
Que parece estar
Completa por
Sí misma,
Que no te
Necesita en lo más
Mínimo?;
Se presenta como
Todo un desafío,
“Quiero volverme
Indispensable para ella”,
Pensamos todos,
“Cambiar su mundo,
Sorprenderla,
Volverla un ser
Común y corriente,
Dependiente
De un juicio,
De una caricia,
De un signo de aprobación
Que no tengo por qué
Darle todos los días”;
Todos queremos arrebatarle
Esa seguridad
Para sentirnos mejor
Con nuestras banales
Existencias,
Para mostrarle a los
Demás que hemos
Humanizado una diosa,
Para mostrarnos a 
Nosotros mismos
Que, al final, todos son
Tan frágiles como
Nuestros pensamientos
Al mirarnos en el espejo
Cada mañana
Con la certeza de
Que el mundo
No es un buen lugar
Para estar,
De que hubiese sido
Mejor nacer en otro lugar,
En otro cuerpo,
En otro tiempo,
En un sistema del que
Que seamos parte aunque
Solo sea de vez en cuando.
Sí, ella era una de esas
Mujeres que parecen
Tener la capacidad
De quitarte el sueño
Sin siquiera tomarse
La molestia de decirte
Su nombre,
De enseñarte su voz,
De permitirte palpar
Un milímetro de su piel;
Ella bailaba y todos
La observábamos en silencio,
Ella bailaba con
Su blusa rosada
Y nadie se perdía
Uno solo de sus
Movimientos,
Movimientos que se
Notaban naturales,
Movimientos que se
Daban siempre en el
Momento justo,
Movimientos que te
Hacían pensar en que
A veces el mundo se
Reduce a unas piernas
Largas, una espalda
Descubierta,
Un par de tragos
De una cerveza tibia,
Una cara llena de pecas
Y algo de música;
Ella parecía comprenderlo
Muy bien mientras
Bailaba con sus ojos
Entrecerrados,
Mostrándose entregada
Al momento
Y queriendo que nosotros,
Simples observadores,
Hiciésemos lo mismo.
Aprovechando el momento
En que se dio media vuelta
Y quedamos frente a frente,
Fijé mis ojos en los suyos,
Me encontré de repente
Con un par de
Ojos oscuros que reflejaban
Una extraña sensación
De cicatrices profundas,
De falta de confianza
En todo lo que exista
Afuera de sí misma,
De dolor añejo que
Se convierte en simple
Falta de importancia
Por los demás;
“Solo una máscara”,
Pensé mientras
Terminaba mi cerveza
Con mi vista fija en
Sus ojos que parecían
No poder escapar
De los míos.
Me hizo un gesto
Para que fuese a bailar
Con ella,
Una vaga invitación
A un mundo nuevo
Que decidí aceptar
Sin mayor meditación,
Un abrupto movimiento
Que se transformó
En un saludo,
En el retumbar de
Su nombre en mi oído
Y la sensación de su
Aliento muy cerca
De mi oreja
Mientras sus brazos
Se aferraban a mi
Cuello;
Tenía una voz
Algo áspera
Que suavizaba con
La lentitud con la
Que pronunciaba
Cada sílaba,
Se notaba tranquila,
“Una de esas personas
Que están acostumbradas
A presentarse”, pensé
Mientras rodeaba su
Cintura con mi brazo
Derecho y le decía mi
Nombre al oído.
Bailamos juntos un par
De canciones
Sin decirnos nada,
Entendiéndonos a través
De nuestros cuerpos,
De nuestras gestualidades,
De la manera en que
Nuestros rostros
Se acercaban de a pocos
Y entre pequeñas sonrisas
Cada vez que dábamos
Una o dos vueltas,
De la forma en que
Nuestra respiración
Parecía volverse
Más profunda
Con el pasar de los
Compases
Y se me daba licencia
Para percibir ese
Aroma tan característico
Que emitía,
Ese perfume dulce,
Esa fragancia que subía
Por mis fosas nasales
Para alimentar mis
Intenciones de acercarme,
De ver de cerca
Esas pecas que se
Posaban sobre sus
Pómulos,
De besar esos labios
Impávidos
Que parecían no
Tener sabor alguno,
Un dibujo sobre
La máscara,
Una puerta de entrada
A un mundo
Inexistente,
Un estrechón de manos
Con las ilusiones
Desmoronadas
De terceros,
Con desilusiones
Ajenas,
Con utopías
Bien fundamentadas
Desde una ambigüedad
Que pocos captan,
Que nadie entiende.
Un beso,
Dos besos,
Tres besos,
Una mirada,
Una sonrisa,
Seguir bailando,
Seguir sintiendo esa espalda
Descubierta con mis manos,
Seguir sintiendo esa fragancia
Entre mis fosas nasales,
Entre mis pensamientos,
Un beso más,
Que este sea más largo,
Que este me dure hasta
La próxima vez que nos veamos
Porque ya es hora de partir.
Nos despedimos como
Dos extraños
Y nos deseamos
Buena suerte,
Seguíamos siendo
Un par de desconocidos
Y eso parecía no importarle
En lo más mínimo,
Ese detalle de seguro
No modifica su manera
De bailar,
Ni la oscuridad que se
Oculta en su mirada,
Ni la tibieza de su
Espalda descubierta.
No la he vuelto a ver,
Al destino no le ha venido
En gana cruzar nuestros
Caminos una vez más, pero
Tengo vivo en mi memoria
El fuerte aroma de su perfume
Y cada una de las pecas
De su rostro angelical;
No recuerdo su nombre.

Por: Juan José Cadena D.