Llevo
tanto tiempo escribiendo de ti
Que
ya se me hace difícil
Rescatar
un poco de realidad
Entre
las palabras
Que
se supone te contienen.
Eres
tan solo uno más
De
mis incontables personajes,
Un
muñeco de trapo,
Un
juguete que se puede
Extraviar
debajo de la cama
Una
tarde cualquiera
Y
jamás volver a mis manos;
Una
galleta con forma
De
árbol de navidad,
Una
brisa helada en
Una
tarde de verano
Que
tuve que escribir
Por
la desesperación,
Por
su lentitud,
Por
su intangible ausencia.
Hace
tiempo que no existes
Que
no te veo,
Que
no te escucho,
Que
no contesto tus llamadas
Por
miedo a escuchar mi
Propia
voz al otro lado
De
la línea
Y
quedar condenado
A
un par de vidas
Sumergido
entre mis
Carcajadas,
Por
miedo a que sigas
Siendo
la misma,
Por
miedo a que hayas
Cambiado
más o menos
De
lo que considero justo;
Y
es que tal vez le tengo
Miedo
a cada uno de tus
Detalles
Porque
hace tiempo que
No
significan nada,
Porque
no me gusta
El
sinsentido,
Porque
me gusta
Escaparme
de los
Momentos
que no
Me
son propios,
En
los que no soy
Indispensable.
Hace
tiempo que escribo
Sin
ganas de que me leas,
Que
voy de palabra en palabra
Esquivando
el vaivén de tu mirar,
A
veces diciendo lo que no siento
Con
tal de estar seguro
De
que no te interesa en lo más mínimo.
Suelto
una o dos frases,
Las
borro,
Te
pienso,
Las
reescribo,
Te
pienso,
Las
borro una vez más
Y
me doy cuenta
De
que no siempre
Puedo
decir lo que
Me
viene en gana
Porque
me he dejado
Llenar
de ataduras
Que
resultan incomodas,
Que
te lanzan miradas
Asesinas
cada que te
Sales
de la ley divina
Promulgada
por ellas
Mismas
sin mayor
Justificación
que
Lo
banal,
Lo
cotidiano,
Lo
empírico,
Que
sin demasiado
Esfuerzo
te convierten
En
lo que siempre
Odiaste
y te hacen
Sentir
feliz por ello,
Justificando
esa amargura
Que
se irá contigo hasta
La
tumba con un par
De
escuálidas sonrisas
Sin
valor alguno.
Me
da un poco de tristeza
Pensar
que soy uno más
De
los que se deja dominar
Por
el pasado,
“Soy
muy fuerte”;
Pienso
a veces,
“No
tiene por qué
Importarme
nada;
No
estoy obligado a
Quedarme
hasta el
Final
de la película,
A
leer la última página
De
aquel pequeño libro,
A
besar esos labios
Que
se vislumbran
En
medio de una tarde
Cualquiera”,
Luego
me doy cuenta
De
que me debo cortar
Las
uñas, se me pasa
Esa
ráfaga de altanería
Por
este mundo que
Tanto
parece darnos
Cada
día y me vuelvo
Un
agradecido más,
Otro
que ni siquiera
Se
toma el tiempo de
Utilizar
el miedo ajeno
Como
excusa para
Ser
feliz.
Llevo
tanto tiempo escribiendo de ti
Que
se me ha olvidado por completo
Lo
que significa escribir para ti
Y
hasta se me han quitado
Las
ganas de escribir sobre
Otro
tema.
No
pienso en ti
En
ningún momento
Y
hace tiempo que acepté
Que
no vas a ser parte
De
lo que resta de mi vida,
Que
tu paso por mi
Historia
se reduce a
Pisar
un charco
En
medio de la calle,
Reír
un poco
Y
sentir ganas de llegar
A
casa para quitarme
Los
zapatos.
Pero
llevo meses
Escribiendo
de ti,
Construyéndote,
Perfeccionándote,
Acicalando
tu sonrisa
Y
tu forma de mirar
Con
palabras prestadas
De
recuerdos lejanos
E
inocentes;
Me
siento frente a la
Pantalla
tan solo
Para
darme cuenta de
Que
no hay nada más
Que
sea valioso allá
Afuera,
De
que no quiero
Escribir
de nada más
Aunque
mis poemas
Se
vuelvan tediosos
Y
repetitivos para
El
poquísimo
Público
que tengo
Porque
eso sí
Que
me tiene
Sin
cuidado.
Llevo
meses escribiendo
Sobre
ti
Porque
en medio
Del
silencio,
Atrapado
por una
Soledad
que va más
Allá
de estar solo,
Me
doy cuenta de
Que
cada día existes
Menos
y,
Tan
solo de ese modo,
Estás
más cerca
De
quererme;
Y
eso sí que
Vale
la pena.
Por:
Juan José Cadena D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario