martes, 20 de octubre de 2015

Errores no forzados

Hay días en que me despierto
Pensando en que no debí
Haberte dicho que no,
Abro los ojos y tu imagen
Parece desvanecerse
Con la sempiterna parsimonia
Que caracteriza los
Pensamientos sobre
Amores imposibles
Y la parquedad del
Techo de mi habitación
No parece si quiera
Ser un buen argumento
Para no saltar
Por la ventana.
Era un miércoles
Y no tenía ganas
De estar contigo;
Creo que no tenía ganas
De estar contigo porque
Llevaba más de un mes
Sin verte, la fecha
De tu partida estaba
Demasiado cerca
En el calendario y
Encontrarme de nuevo
Con tus labios hubiese
Significado una despedida
Demasiado dulce para
La historia que vivimos
Juntos.
Pensé que era el momento
De no volver a saber de ti,
De no volver a escuchar de ti,
De no volver a pensar en ti;
Pensé que era el momento
De no volver a verte,
A sentirte,
A extrañarte,
A acostarme bocarriba y
Pasar un par de horas
Cavilando en cuándo
Nos veríamos de nuevo;
Pensé que despedirse
Sería un acto de terquedad
Traducido en semanas
Enteras de tu cuerpo
Desnudo revoloteando
En mi mente día y noche,
En semanas enteras con
El eco de tus últimas palabras
Retumbando como música
De fondo a cada instante,
En semanas enteras en
Las que solo podría
Escribir sobre ti,
Sobre nosotros,
Sobre lo que nunca llegamos
A ser por la cobardía
Incesante que nos envolvió
En su mejor traje y nos
Lleno de angustias
Injustificadas.

La primera vez que quisimos
Vernos como más que un
Par de amigos, te dije que
Seríamos una pareja  inestable;
“Caminaremos tomados de
La mano y todos en la calle
Parecerán notar que nos
Vemos bien juntos,
Yo diré con orgullo
Que eres mía y tú
Te reirás porque
Sabrás que es todo
Lo contrario.
Nos besaremos mucho,
Besos tiernos,
Besos apasionados,
Besos taciturnos y lejanos,
Besos inventados por el
Rugir de un par de almas
Solitarias que creen haber
Creado un lenguaje propio,
Besos tan pequeños
Como los defectos que
Veremos en el otro,
Pero tan significativos
Como las cartas que
En secreto nos entregaremos
Para que quede registro
De que todas las noches
Que pasamos juntos
No fueron tan solo
Una burda ilusión.
Te darán celos de
Personas que no conoces,
De personas que no existen
Más que en mi imaginación,
En los poemas que a veces,
Aunque te parezca ilusorio,
Tan solo estallan en mí
Sin mayor referente que
Los rostros que veo
En algún restaurante;
Te darán celos,
Muchos celos que no
Sabrás expresar más
Que con coquetería
Hacia terceros que
Se sienten alegres
Por el simple hecho
De que les dirijas
La palabra.
Pelearemos,
Pelearemos lo suficiente
Para hacer de nuestros
Besos un campo de
Batalla desahuciado
Donde no que más
Que la mórbida pasión
Como guía de nuestros
Inescrupulosos actos.
Hablarás mal de mí,
Me olvidaré de ti,
Nos veremos
Sin ganas de vernos
Y no seremos más
Que una amalgama
De nostalgia inerte
Destinada a hablar
Tan solo de lo que
Dicen los periódicos,
De la película,
De lo que hicimos
Esa misma tarde”,
Te dije con la seguridad
Absoluta de quien cree
Haber aprendido a
Interpretar al mundo.
Pero nos vimos,
Nos vimos y nos besamos
En aquella banca del parque
Mientras sostenías un cigarrillo
Encendido en tu mano derecha
Y me contabas sobre tu infancia
Y la tranquilidad que sientes
Al escuchar blues,
Nos besamos tanto que mis
Palabras decidieron morir
En mi cabeza para darle
Cabida al humo que tu
Boca expulsaba con
La suavidad misma
Con la que se posan
Las estrellas en el cielo.

Hay días en que me despierto
Deseando no haberte
Dicho que no;
Abro los ojos y la realidad
No es más que la búsqueda
De tus canciones en la radio
Y el releer el libro que dejaste
En mi mesa noche con la
Marca de tu lápiz labial
Bajo la nota que escribiste
En la página ochentaiocho.
Hay días en que paso horas
Enteras pensando en que
Nuestra despedida se
Limita a un mensaje que
Nadie entendió del todo
Y un par de miradas que
Se dibujaron entre la
Incertidumbre que
Sentimos al concebir
Que no íbamos a vernos
Nunca más;
Me alegro de haber
Tenido la razón,
De lo contrario
Hubiese sido
Doloroso,
No volvería
A escribir
Sobre ti.


Por: Juan José Cadena D. 

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