miércoles, 28 de marzo de 2012

No Hay Adonde Escapar


Ya hemos hablado del camino,
Nos sentamos solo a recordar,
Porque no nos entendemos
Nunca aprendimos a pelear.
Se han roto los lazos invisibles,
Si existieron ya no importa,
Se cosió la costumbre elevada,
No quiero  pensar en otra cosa.
La verdad está ante el farol,
No debería siquiera dudar,
Pero mi alma se quebranta,
Y no se si pueda aguantar.


No hay luz al final del túnel,
No se ve a lo lejos el camino,
Tan solo lloran las mariposas,
Entre la nada y el vacio.
No logré siquiera engañarme,
Pude dormir en el manantial,
Y poco a poco se fue secando
La única pisca de realidad,
Realidad tan tormentosa
Que se queda desnuda,
Y suelta su aliento fresco,
Tan lleno de oscuridad,
¿Pero porqué extrañarse?
Esa es el monologo de la vida,
Con principio y sin final. 


Ya la condena se ve corta,
El esclavo no quiere más,
El cielo ha abierto la puerta,
¿Que más se puede esperar?


Por: Juan José Cadena D.

1 comentario:

  1. Me gusta bastante la angustia que transmite el poema, es muy real.

    (Pizca)

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