jueves, 10 de noviembre de 2011

La batalla de lo perdido

El rio esta calmado,
Ya pasó la cascada,
Suavemente va rodando
Entre las piedras grandes y heladas.
Ya no importan muchas cosas,
No hay razón para parar,
Y aunque para seguir tampoco,
Es más placentero caminar.
Queman mucho los instantes,
El sol no quiere desistir,
No se comprenden los motivos,
Simplemente están ahí.
Una sombra va pasando,
Viendo la orilla del caudal,
Sabe que nadie la esta mirando,
Sabe que el sol la va a quemar.
Las nubes son espectadoras
Pueden ver sin observar,
Están posadas sobre la selva
Que ningún ruido hace ya,
Los pájaros y las serpientes
Hicieron un pacto para callar.


La corriente va en aumento,
Cada vez golpea más,
Una piedra es un obstáculo,
Una voz tranquilidad.
La sombra poco a poco se evapora,
No se tiene porque quedar,
Y aunque tampoco porque irse,
Cualquiera prefiere volar.
Hay ruido que se aproxima
Dañando toda estabilidad,
Y a pesar de la distancia
Ya se siente la ciudad.
Tal vez la sombra fue salvación,
Pudo ver un poco más allá,
Y si no alcanzó a hacerlo,
Tuvo la delicadeza de intentar,
Mientras los pájaros  y las serpientes
Siguen sin cantar.
El sol se llevo todo,
Nada puede quedar,
Otra vez se perdió la batalla,
Y quien sabe si se volverá  a dar.

Por: Juan José Cadena D.

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