domingo, 29 de octubre de 2017

Domingo frío en la ciudad

Lo más difícil de olvidarte
No es el simple hecho
De dejar de pensar en ti,
Eso resulta siendo
Inclusive algo sencillo,
Un acto mecánico que
Se realiza por sí mismo
Mientras pasan los días
Sin saber nada de ti
Ni de cómo te estará
Yendo en la nueva vida
Que decidiste formar
Lejos del alcance de
Las palabras que te
Regalé pero decidiste
Dejar guardadas en
La mesa de noche
Que ya no le pertenece
A nadie más que a
La sombra de aquella
Mujer que tanto me
Jactaba de amar
En medio de besos
Que eran más que besos
Y en medio de tardes
Que eran mucho más
Que el transitar de un
Reloj enloquecido por
Tu tacto haciéndose
Uno con mi tacto bajo
Un cielo que creí
Poder hacer nuestro
Tras un par
De vidas juntos.

Lo más difícil de olvidarte
No es el simple hecho
De dejar de pensar en ti,
No es el simple hecho
De no verte,
De no escucharte,
De no leerte,
De escribirte a sabiendas
De que no me lees,
De que no me leas
A pesar de haberte
Declarado amante
De mis poemas desde
Antes de saber que
Eres la única dueña de
Cada una de mis letras,
De que no me leas
A sabiendas de que
Escribir para alguien
Que no te lee es una
Forma muy extraña
De estar muerto,
Bombeando sangre,
Pero muerto,
Respirando,
Pero muerto,
Tecleando,
Pero muerto,
Acostado bocarriba
Viendo las estrellas
Que se niegan a
Contarme cómo estás
Alegando que hace
Ya un buen tiempo
Que no te ven y
Tienen una memoria
Para nada envidiable,
Tan poco envidiable
Como mi caligrafía,
De la que tanto te
Quejabas y por la
Que me enviabas
Fotografías de las
Cartas que alguna vez
Te di preguntando
Si se trataba de
Un beso, un abrazo
O una caricia silenciosa
A sabiendas de que te
Respondería que se
Trataba de lo que quisieras,
Que siempre se trataba
De lo que quisieras,
Que siempre se trata
De lo que quieres
Aunque ese querer
Sea no saber de mí
Nunca más y que
Siga pasando el
Tiempo como si
Nunca hubiésemos
Sido más que la
Existencia misma,
Y es que a veces,
En un efímero
Instante de lucidez
Me doy cuenta de
Que no lo fuimos
Y sonrío con nostalgia
Ante le absurda inmensidad
Del mundo en el que
Nos tocó vivir
Antes de dejar la
Idea pasar de largo
Y volver a poner
La totalidad de mi
Atención y mis sentidos
En alguna de las burdas
Banalidades en las que
Suelo ahogar el vacío
De esa mirada tan tuya
Que hace tiempo
No me hace sentir
Que la mortalidad
Es una desgracia
Porque la infinidad
Entre nosotros es
Tan finita como la
Inhalación profunda
Que en este momento
Hago para poder
Seguir escribiendo
Un poema que,
A fin de cuentas,
No significa nada.

Lo más difícil de olvidarte
No es el simple hecho
De dejar de pensar en ti,
Es encontrarme cada
Día con uno o dos
Elementos que me
Hacen recordarte,
Es seguir alimentando
La leyenda que eres
En mi vida a través
De ritualidades que
Ya no son nuestras,
De lugares que
Ya no son nuestros,
De frases que
Ya no me dices,
De bromas que
Ya no soy capaz de
Hacer sin sentir un
Nudo en la garganta
Que tiene nombre
Propio aunque a veces
Llegue a creerme que
Con o sin ti
Soy el mismo yo.
¿Dónde escondo los
Recuerdos que no
Caben debajo de
La alfombra?,
¿Dónde escondo
Los besos para no
Verlos en primera
Plana tres o cuatro
Veces por semana?,
¿Dónde lanzo las
Cenizas de las cartas
Que algún día te escribí
Pero nunca fui capaz
De entregarte por miedo
A que terminaras
Conociéndome más
Que yo mismo?,
¿Dónde te escondo?,
Maldita sea,
¿Dónde te escondo?,
¿Cómo convenzo a
La imagen que guardo
De ti de que se olvide
De mi existencia a
Ver si puedo salir a
Caminar sin encontrarme
Con las ruinas de lo
Que alguna vez
Construimos juntos
Pero ya no tiene cabida
En este mundo?
A veces me pregunto
Si hay lugar en este
Mundo para mí
Si tú no estás
Y la respuesta
Es mucho menos
Obvia de lo que
Parece a primera vista
Porque no hay tristeza
Más profunda que la
Que se fundamenta
En el vacío mismo
Pero no es capaz
De manifestarse
En él por seguir
Dándole vueltas
A una historia que
Parece no tener fin
Pero ya lo tuvo.

Lo más difícil de olvidarte
No es el simple hecho
De dejar de pensar en ti,
Es más bien la idea de
Tener que olvidarme
De mí mismo,
De lo que creo que soy,
De lo que me convenciste
De ser con sutileza,
Del yo que construí
A cuatro manos entre
Sonrisas que ahora
Me son ajenas
Y el palpitar de unas
Ilusiones que ahora se
Me hacen demasiado vagas.
Y es que olvidarte
Es mucho más que
El simple hecho
De olvidarte,
Vida mía,
Y tal vez por eso
Aún te escribo
Aunque no me leas
Y me quede con
Las ganas de vivir
Aunque la muerte
De quien soy me palpite
Entre las venas
Con tan angustiosa
Fortaleza que ahora
La frases que
Escribo pasan a significar
Nada en el momento
Mismo en el que
Se materializan
Frente a mi mirada
Aún impaciente
Por verte una vez más.


Por: Juan José Cadena D.

No hay comentarios:

Publicar un comentario