Juguemos
a que
Lees
esto y finges no
Tener
idea de
Que
este poema
Es
para ti,
La
inquietante inexistencia
De
cualquier conexión
Entre
nosotros debería
Ser
suficiente para
Comprender
el porqué
Del
silencio de aquellos
Labios
que a veces
Pienso
que deberían
Llegar
a ser míos sin
Importar
las nefastas
Consecuencias
que
Aquel
delicado e
Inocente
tacto
Podría
llegar a tener
En
cada uno de
Los
planos de
Mi
existencia,
Una
existencia que,
A
fin de cuentas,
No
me pertenece
Del
todo y no
Podría,
Aunque
quisiera,
Atribuir
del todo
A
mi autoría,
Lo
que implica,
Por
supuesto,
Tener
que ir
Más
allá de la
Imagen
que tengo
De
mí mismo para
Intentar
comprender
El
deambular distraído
De
mi mente entre
Los
pasadizos de
Posibilidades
por
Las
que no estoy
Dispuesto
a invertir
Ni
un solo minuto
Del
escaso tiempo
Libre
que me queda
Tras
pagar la
Cuota
diaria de
Vaga
e infructífera
Reflexión
sobre ese
Tono
de voz tan
Característico
de ti,
Sobre
sueños que
Aún
no tengo pero
Quiero
llegar a
Comprender
algún
Día
de la siguiente
Semana
en la que
De
seguro no
Ocurrirá
nada que
Pueda
clasificarse
Como
“espectacular”,
Sobre
el día en que
Te
vi por primera vez
Caminando
a contraluz
Mientras
la naturalidad
De
tu sonrisa y del
Movimiento
de tus
Brazos
me hicieron
Sentir
como una
Marioneta
más de
La
escenografía de
Una
vida que vale
La
pena contar
Alguna
vez.
Déjame
escribirte,
Mujer
misteriosa,
Déjame
escribirte
A
sabiendas de
Que
mis letras
No
me darán
Pista
alguna de
Quién
eres y
De
que la certeza
De
que me lees,
Aunque
sea
De
manera distraída,
Parece
significar la
Vida
misma
Pero
no significa
Absolutamente
nada,
Déjame
escribir
La
manera en que
Frunces
un poco
El
ceño cuando
Te
distraes,
Déjame
escribir
La
manera en que
Que
tus ojos van
De
un lado a otro
Mientras
hablas
Con
alguien antes
De
terminar con
Un
vistazo directo
En
la mirada ajena
Con
la absoluta
Consciencia
de que
No
hay manera
Alguna
de escapar
A
la utópica prisión
Que
son tus ojos
Acaramelados,
Déjame
escribir
Que
no te tengo
Y
que el hecho
De
no tenerte
Significa
más
En
mi vida de
Lo
que quisiera,
Más
de lo que
Alguna
vez
Admitiré;
Déjame
escribir
Las
palabras que
A
veces piensas
En
silencio para
Encontrar
entre
Mis
letras
Aunque
sea
Una
pizca de
Quien
eres y
Maravillarme
ante
La
idea de que
Escribir
vale
La
pena porque
Que
existes
Más
allá de
Tu
mirada que
Recorre
en silencio
Cada
una de las
Frases
que te
Dedico
en silencio,
Encerrado
en
Mi
habitación
Y
embriagado por
El
recuerdo de
Aquella
tarde en
Que
conversamos
Y
por un instante
Nuestras
vidas
Siempre
tan
Lejanas
pasaron
A
ser una misma
Historia
que nadie
Cuenta
y de la que
Nadie
más que yo,
Y
espero tú,
Guarda
algún
Recuerdo.
Juguemos
a que
Lees
y finges no
Tener
idea de
Que
este poema
Es
para ti,
Juguemos
a que
Alguna
vez me
Preguntas
y te
Digo
que este
Poema
no es
Para
nadie
En
particular,
Juguemos
a
Que
me crees
A
medias y te
Quedas
con la
Duda
mientras
Yo
muero un
Poco
por dentro
Ante
la idea de
Que
algún vistazo
Le
diste a la parte
Más
honesta
De
mi alma.
Por:
Juan José Cadena D.
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