martes, 18 de agosto de 2015

Vacíos

La noche aún no había caído
Cuando entraste por la puerta
Como una absoluta desconocida.
Nos presentamos,
Intercambiamos un par de frases,
Dijimos aquellos detalles que
Suelen decirse para tener
La ilusoria sensación
De que somos alguien,
Un nombre más,
Una serie más de relaciones,
Una serie más de motivos
Para estar sentados
Frente a frente
Y poder comenzar
A hablar de otro tipo
De banalidades
Sin temor alguno.
Aquella noche hablamos,
Hablamos mucho,
También caminamos en medio
Del frío de la madrugada,
Bailamos un par de canciones
En un lugar que estaba
Lleno de tus recuerdos,
Y nos tomamos una cerveza
Sentados junto al río
Esperando a que la lluvia
Se disipará un poco;
Pero sobre todo hablamos,
Hablamos y hablamos
Mientras se pasaban
Las horas que nos
Restaban juntos,
Hablamos y hablamos
Para comenzar a
Dibujarnos en el otro,
Para no ser unos
Desconocidos
Que se saludarán
Sin emoción alguna
Cuando se crucen
En la calle,
Para no ser un rostro
Sin alma en los recuerdos
De una noche cualquiera
Que se esfumó
Tal y como las demás.

Tenías frío y te ofrecí mis brazos,
Los tomaste y me ofreciste
Otro sorbo de cerveza;
Era cerveza con sabor a tequila
Y me pareció que tenía un sabor
Un tanto extraño,
No desagradable,
Tan solo extraño,
Poco común.
Ya era hora de volver a casa
Y te encontrabas ahí,
Junto a mi pecho;
Yo solo pensaba que
Quisiera tener un poco más
De tiempo para estar contigo,
Un par de horas más
Para seguir hablando,
Para seguir sintiendo
Tu respiración entre mis brazos,
Para seguir descubriendo
Quién eres,
Qué te apasiona,
Cómo logras andas por ahí
De manera tan desprevenida,
Con tanta belleza natural
Escapándose entre tus parpadeos,
Entre tus pasos,
Entre las pequeñas sonrisas
Que a veces dejabas escapar
En medio de una frase
Que te suscitaba una emoción fuerte.
Caminamos juntos
Y la ciudad no existía
A nuestro alrededor,
Era tan solo un marco,
Un telón de fondo,
Un escenario cualquiera
En el que desfilabas,
Un espacio vacío que llenabas
Con tus historias,
Con tus apreciaciones,
Con tus triunfos y frustraciones,
Con tus pequeñas sonrisas
Que seguían emergiendo
A borbotones para dotar
De luz y sentido
Las calles vacías que
Nos quedaban por delante,
El camino que parecía largo
Pero se reducía a un suspiro
De nuestra existencia,
Un efímero instante
Que quisiera presenciar
Una vez más junto a ti,
Solo junto a ti.

Entramos,
Comimos un poco,
Era muy tarde
Y tus ojos estaban cansados;
Busqué unas gotas
Que tenía guardadas
En la maleta que estaba
Lista para mi viaje
Del día siguiente
Y te las ofrecí;
Dijiste que ahora estaban
Mucho mejor tras
Haberme dado las gracias
Y te recostaste en el colchón;
Antes de dormir
Había tiempo para un par
Más de palabras,
Para las últimas frases.
Me dijiste que eras vegetariana,
Que tu color favorito es el amarillo
Y que te gustaba mucho la fotografía,
Yo te conté sobre mis escritos,
Sobre los lugares que quiero conocer,
Sobre algunos de mis sueños;
Sonaba Claro de luna
Ambos recostados frente a frente,
Mirarte y sentir que no existe
Mejor paisaje en el planeta,
Que no quiero que el tiempo pase,
Que no quiero quedarme dormido,
Que no quiero viajar al día siguiente
Porque siento conocer el mundo
A través de tu mirada;
Un beso,
Otro más,
Una pequeña risa,
Mirarnos un momento
Tan solo para besarnos
De nuevo con delicadeza,
Sintiendo el aliento del otro,
Sintiendo tu pelo entre mis manos,
Sintiendo que las palabras
Se congelan en mi pecho
Porque ya no son necesarias,
Ahora hablamos el lenguaje del tacto
Que parece decir las verdades
Más profundas con un esfuerzo
Casi inexistente.

En medio de los besos,
Bajo el aura de perfección
En la que desenvolvíamos
Aquel eterno instante de
Nuestras breves existencias,
Me dijiste que no querías
Volver a verme,
“No quiero más vacíos
En mi vida”, dijiste,
“No quiero extrañarte,
No quiero sentir que he
Perdido algo que nunca
He tenido del todo;
Si nos vemos cuando vuelvas,
Pronto deberás irte de nuevo
Y todo será igual,
Como si nunca hubieras
Estado aquí conmigo.
Mejor no nos compliquemos”.
“No quiero pasar el resto
De mi vida pensando
Que por miedo al futuro
Dejé de vivir el presente”, te dije,
“Yo también le tengo miedo
A los vacíos,
Todos los tenemos,
Pero no dejemos de vivir por ello,
De sentir por ello,
De estar aquí por ello”.

Nos besamos más,
Hablamos más,
Nos besamos hasta
Que el sol apareció de nuevo
Con la triste noticia de una
Despedida premeditada;
Nos dejamos un último beso,
Un puñado de recuerdos
Enmarcados en frases que
Nos dijimos a tientas en la oscuridad
Y una promesa de reencuentro
En un futuro cercano.

No, la vida no ha sido igual
Desde entonces,
Es imposible decir que es
Como si nunca hubiese
Estado con ella;
A veces el pasado nos revuelca
Contra la arena y nos succiona,
Haciéndonos entender que
Es posible que los vacíos resulten
Siendo lo que más nos llena,
Lo que hace que vivir valga la pena;
A veces se gana más que sufrimiento,
Hay que arriesgarse de vez en cuando.


Por: Juan José Cadena D.

No hay comentarios:

Publicar un comentario