La
noche aún no había caído
Cuando
entraste por la puerta
Como
una absoluta desconocida.
Nos
presentamos,
Intercambiamos
un par de frases,
Dijimos
aquellos detalles que
Suelen
decirse para tener
La
ilusoria sensación
De
que somos alguien,
Un
nombre más,
Una
serie más de relaciones,
Una
serie más de motivos
Para
estar sentados
Frente
a frente
Y
poder comenzar
A
hablar de otro tipo
De
banalidades
Sin
temor alguno.
Aquella
noche hablamos,
Hablamos
mucho,
También
caminamos en medio
Del
frío de la madrugada,
Bailamos
un par de canciones
En
un lugar que estaba
Lleno
de tus recuerdos,
Y nos
tomamos una cerveza
Sentados
junto al río
Esperando
a que la lluvia
Se
disipará un poco;
Pero
sobre todo hablamos,
Hablamos
y hablamos
Mientras
se pasaban
Las
horas que nos
Restaban
juntos,
Hablamos
y hablamos
Para
comenzar a
Dibujarnos
en el otro,
Para
no ser unos
Desconocidos
Que
se saludarán
Sin
emoción alguna
Cuando
se crucen
En
la calle,
Para
no ser un rostro
Sin
alma en los recuerdos
De
una noche cualquiera
Que se
esfumó
Tal
y como las demás.
Tenías
frío y te ofrecí mis brazos,
Los
tomaste y me ofreciste
Otro
sorbo de cerveza;
Era
cerveza con sabor a tequila
Y me
pareció que tenía un sabor
Un
tanto extraño,
No
desagradable,
Tan
solo extraño,
Poco
común.
Ya era
hora de volver a casa
Y te
encontrabas ahí,
Junto
a mi pecho;
Yo
solo pensaba que
Quisiera
tener un poco más
De
tiempo para estar contigo,
Un
par de horas más
Para
seguir hablando,
Para
seguir sintiendo
Tu
respiración entre mis brazos,
Para
seguir descubriendo
Quién
eres,
Qué
te apasiona,
Cómo
logras andas por ahí
De
manera tan desprevenida,
Con
tanta belleza natural
Escapándose
entre tus parpadeos,
Entre
tus pasos,
Entre
las pequeñas sonrisas
Que
a veces dejabas escapar
En
medio de una frase
Que
te suscitaba una emoción fuerte.
Caminamos
juntos
Y la
ciudad no existía
A
nuestro alrededor,
Era
tan solo un marco,
Un
telón de fondo,
Un
escenario cualquiera
En
el que desfilabas,
Un
espacio vacío que llenabas
Con
tus historias,
Con
tus apreciaciones,
Con
tus triunfos y frustraciones,
Con
tus pequeñas sonrisas
Que
seguían emergiendo
A
borbotones para dotar
De
luz y sentido
Las
calles vacías que
Nos
quedaban por delante,
El
camino que parecía largo
Pero
se reducía a un suspiro
De
nuestra existencia,
Un
efímero instante
Que
quisiera presenciar
Una
vez más junto a ti,
Solo
junto a ti.
Entramos,
Comimos
un poco,
Era
muy tarde
Y
tus ojos estaban cansados;
Busqué
unas gotas
Que
tenía guardadas
En
la maleta que estaba
Lista
para mi viaje
Del
día siguiente
Y te
las ofrecí;
Dijiste
que ahora estaban
Mucho
mejor tras
Haberme
dado las gracias
Y te
recostaste en el colchón;
Antes
de dormir
Había
tiempo para un par
Más
de palabras,
Para
las últimas frases.
Me
dijiste que eras vegetariana,
Que
tu color favorito es el amarillo
Y
que te gustaba mucho la fotografía,
Yo
te conté sobre mis escritos,
Sobre
los lugares que quiero conocer,
Sobre
algunos de mis sueños;
Sonaba
Claro de luna
Ambos
recostados frente a frente,
Mirarte
y sentir que no existe
Mejor
paisaje en el planeta,
Que
no quiero que el tiempo pase,
Que
no quiero quedarme dormido,
Que
no quiero viajar al día siguiente
Porque
siento conocer el mundo
A
través de tu mirada;
Un
beso,
Otro
más,
Una
pequeña risa,
Mirarnos
un momento
Tan
solo para besarnos
De
nuevo con delicadeza,
Sintiendo
el aliento del otro,
Sintiendo
tu pelo entre mis manos,
Sintiendo
que las palabras
Se
congelan en mi pecho
Porque
ya no son necesarias,
Ahora
hablamos el lenguaje del tacto
Que parece
decir las verdades
Más profundas
con un esfuerzo
Casi
inexistente.
En
medio de los besos,
Bajo
el aura de perfección
En la
que desenvolvíamos
Aquel
eterno instante de
Nuestras
breves existencias,
Me dijiste
que no querías
Volver
a verme,
“No
quiero más vacíos
En
mi vida”, dijiste,
“No
quiero extrañarte,
No quiero
sentir que he
Perdido
algo que nunca
He tenido
del todo;
Si
nos vemos cuando vuelvas,
Pronto
deberás irte de nuevo
Y todo
será igual,
Como
si nunca hubieras
Estado
aquí conmigo.
Mejor
no nos compliquemos”.
“No
quiero pasar el resto
De mi
vida pensando
Que por
miedo al futuro
Dejé
de vivir el presente”, te dije,
“Yo
también le tengo miedo
A los
vacíos,
Todos
los tenemos,
Pero
no dejemos de vivir por ello,
De sentir
por ello,
De estar
aquí por ello”.
Nos
besamos más,
Hablamos
más,
Nos besamos
hasta
Que el
sol apareció de nuevo
Con la
triste noticia de una
Despedida
premeditada;
Nos
dejamos un último beso,
Un puñado
de recuerdos
Enmarcados
en frases que
Nos dijimos
a tientas en la oscuridad
Y
una promesa de reencuentro
En un
futuro cercano.
No,
la vida no ha sido igual
Desde
entonces,
Es imposible
decir que es
Como
si nunca hubiese
Estado
con ella;
A
veces el pasado nos revuelca
Contra
la arena y nos succiona,
Haciéndonos
entender que
Es posible
que los vacíos resulten
Siendo
lo que más nos llena,
Lo
que hace que vivir valga la pena;
A veces
se gana más que sufrimiento,
Hay que
arriesgarse de vez en cuando.
Por:
Juan José Cadena D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario