Yo
también me he sentido
Solo
algunas veces
Sin razón
aparente;
Abro
los ojos tan solo
Para
darme cuenta
De que
la continuidad
Del mundo
depende
Del parpadeo
que
Me niego
a dar,
Lucho
un par de instantes
Y
caigo en la cuenta
De que
tan solo
Soy un
ser humano,
Un
mísero ser humano
Acostado
en una habitación.
Yo
también he sentido
El más
profundo de los miedos
Hacia
las palabras
Que
aún no he pronunciado,
Hacia
los gritos que me guardo,
Hacia
las ansias que me consumen,
Hacia
el sueño,
Hacia
el tiempo,
Hacia
la repetición;
Yo también
le he tenido miedo
Al silencio,
A la
oscuridad,
A los
truenos,
A las
ganas de no ser nadie,
De quedarme
acostado
A la
espera de un momento
Inexistente,
Impalpable
Ilusorio.
Yo
también he tenido ganas
De salir
a caminar
Para
nunca más volver
Y con
el tiempo he
Ido comprendiendo
Que ese
detalle no me hace
Nadie
especial,
Tan solo
un ser humano,
Un mísero
humano
Que deambula
las calles
En busca
del sentido
Que se
sumerge en la banalidad,
Uno
más,
Nada
más que un tonto más,
Nada
más que una clonación,
Un automatismo
silencioso.
Yo
también me he quedado
Mirando
el cielo y no he encontrado
Ni la
más mínima gota de profundidad,
Me he
acostado con mis demonios,
Me he
enfrentado a un par de miedos
Y me
he visto obligado,
En diversas
ocasiones,
A olvidarme
de seres queridos,
De personas
que le han aportado
Algo
a mi existencia,
A la
transición incolora
Entre
las eternidades
Que tanto
parecen
Atormentarnos.
Sí,
yo también he planeado
Momentos
que nunca viví
Tan solo
para convencerme
De que
el mundo es cruel,
Me he
ilusionado
Con
respiraciones vagas,
Con
palabras desordenadas,
Con miradas
distraídas
Que se
asoman
Por las
ventanas y parecen
Tener
ganas de quedarse
Para
siempre como meros
Espectadores
de una realidad
Que los
atropella a cada instante,
Que me
regenera cada cierto tiempo,
Que me
acaricia en la oscuridad
Para
luego encender la luz
Y burlarse
de mi desnudez.
Yo
también he tenido ganas de caer,
De lanzarme
al vacío
Para
sentir que la vida
Me arde
en las venas,
De acostarme
en un muelle
Para
sentir el ir y venir
De las
olas arrastrar
Lo que
me queda de humanidad,
Arrancarme
los segundos
Que
luego me harán falta
Para
darle un abrazo
A
ese amigo que se despide
Para
nunca más volver.
Yo también
he llorado en silencio,
Reído
en silencio,
Existido
en silencio
Para
evitar los riesgos
De los
que tanto hablan
En la
televisión;
Yo también
he sentido
Que
la comida se deshace
Sin dejar
sabor alguno,
Que los
labios se alejan
Sin dejar
recuerdos,
Que el
bullicio me rodea,
Me sumerge
en un aura
De
intranquilidad perpetua
Con la
que divago,
Con la
que me distraigo,
Con la
que escribo.
Yo también
he leído
Un verso
que me
Ha hecho
suspirar,
Probado
una pizca
De aquella
sensación
Indescriptible
que intenta
Levantarme
del suelo
Y asesinarme
en el acto,
Condenándome
A ser
feliz por el resto
De mis
días
Y forjar
un nuevo sentido
Para
la palabra inmarcesible.
Yo
también siento vacíos,
Vacíos
que yo mismo he creado
Por
la inocencia
Con la
que nos lanzan a la calle,
Por
los instintos animales
Que aún
son tan poderosos,
Por ser
otra marioneta
De un
circo sin público
Que me
paga con excusas
La ardua
labor
Del renacer
cada día
Y volver
a enfrentar
El mundo,
De tener
que enfrentarlo
Con un
peso más sobre
La espalda,
De tener
que seguir haciendo
Que la
cola crezca,
Que las
noches se hagan más cortas
O menos
placenteras.
Sí,
yo también soy uno más
Casi
siempre;
Aunque,
a veces,
Sin quererlo
del todo,
Termine
haciendo las veces
De testigo,
De simbolismos,
De la
historia que reescribo
En mis
recuerdos,
Del
creador de unas
Cuantas
líneas
Que nadie
va a leer,
De persona.
Por:
Juan José Cadena D.
Cuando tus limites se marcan con tu misma tiza,
ResponderEliminarNo lo soportas y remarcas tu frontera
No aguantas y te alejas lo mas de ella
El sentido de superación desaparece
Si hubo desconformismo, este se desvanece
Eres un estable,
Un tranquilo, relajado,
Quien renuncio a la movilidad
Quien alaba la estabilidad
Has renunciado a respirar nuevo aire
Has quedado en burbuja, por ti trazada,
Burbuja incapaz de penetrar,
Burbuja sin nada con que estallar.
Eres un estable sufres de un mal incurable
ResponderEliminarY no hay nada peor que la estabilidad
ResponderEliminar