domingo, 12 de enero de 2014

Imposibilidad finita


Barreras mentales infinitas
Dibujadas por rayos esporádicos de razón,
Atentas, cabizbajas, vivas,
Mirando en la lejanía el porqué.
Respiraciones profundas agotadas,
Perdidas entre tanta luminosidad intensa,
Descansando de hacer nada,
Descansando de ser todo.
Quedo salpicado de amargura,
De tintes invisibles pero perceptibles,
Raíz misma de la melancolía,
Única razón de la felicidad.
Extraviado entre lúgubres neblinas
Decidido a dejar de corretear,
Extasiado por imágenes supremas,
Salido por completo de la realidad.

Cordilleras descendentes serpenteando
Entre la existencia y la soledad,
Rayos de oro compactados,
Esencia misma de la naturalidad.
Un resplandor a media mañana     
Que distraído se extravió de nuevo,
Una incógnita movediza indescifrable
Que no sabe a qué vino a este mundo.

Creamos paradigmas cambiantes,
Cambios de tonalidades de distintos grados;
Creamos aire, creamos vino,
Creamos lo que se te venga en gana.
Somos fuego azul oscuro,
Inexistente pero lleno de poder;
Somos una ambivalencia ambulante,
Pensamientos con mucha credibilidad.

Ven y dejemos de ser,
Que el tiempo pase y pase sin más,
Que las olas se lleven nuestros sueños,
Que los paradigmas se esfumen de una vez.
Ven para lograr estar tranquilos
Acurrucados junto al destino;
Que las aves sigan su vuelo
Mientras los peces deambulan en el mar.
Ven y dejemos de ser,
Todo se aleja, se va, fallece,
Todo tiene que terminar;
No seamos todo, por favor,
No seamos,
Ven.


Por: Juan José Cadena D.

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