domingo, 28 de abril de 2013

Sentido Común


Un extraño dibujo de indiferente colorido
Me sonríe en la lejanía, se ríe y me rio,
Parece que nos riéramos juntos sin percatarnos
De la extraña importancia de los detalles.
La poca credibilidad se derrite a cantaros
Mientras la imagen se pierde en lagunas espumosas,
Y el resto del universo sigue con sus reglas.
Esporádico, difuso y lejano.
Todo se vuelve de cristal helado,
Y aunque la garganta está rasgada, lucho por gritar,
Por ser escuchado por un individuo de la muchedumbre,
Pero que no sea cualquiera, solo pido que no sea cualquiera.


Luego vendrán las noches heladas y el hambre,
Por ahora me ocupo de los golpes certeros,
De las mil y una razones para soñar.
Uno tras otro caemos al abismo sin salida,
Y en verdad no entiendo por qué hablo en plural,
Tan solo soy la calamidad más grande,
El trueno más estruendoso y molesto,
El malestar general de una frágil realidad.


Ya el mundo está reducido a breves destellos,
Todo  tiene de cierta forma su propio veneno,
Y en medio de tantas cavilaciones mentirosas
La explosión se sitúa como una bella posibilidad.
Entre bulla, pensamientos y conversaciones obscenas
Todo  tambalea y se disfraza de forma pasajera,
La inmundicia hace parte del alma,
Mientras  el alma hace parte del olvido,
Y si es que el olvido es posible,
No tengo intenciones de pedir nada más.


Pero ya es muy tarde,
Siempre ha sido extremadamente tarde,
 Y mientras las gotas difuminan los sentidos,
El dedo dibuja ingenuamente la imaginación,
Que todo aquí ya está perdido,
Es mejor decir adiós.

Por: Juan José Cadena D.



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