Acababa de abrir los ojos, tal
vez habían pasado dos o tres minutos, estaba en ese punto de la mañana en el
cual con un poco de concentración se pueden palpar los sueños antes de ser
relegados al basurero del olvido. Aun sentía como las palabras sin sentido
dichas por algún desconocido revoloteaban por su piel, tantos canticos
incomprensibles bailando por su pecho, tantos personajes contando historias
diferentes que no se conectaban entre si. Le pareció increíble darse cuenta que
tanta locura cupiera en su cabeza y llegó a burlarse de si mismo por tener
pensamientos tan extraños, pero no tenía la culpa de tanta psicodelia
desmedida, eran tan solo sueños, y nadie controla los sueños. Cerró los ojos
para intentar darle orden a tal cantidad de imágenes que pasaban como rayos por
su mente, los ordeno de tal manera que pudiera contarlo todo como una gran
historia, podría ser un buen tema de conversación para salir de un silencio
incomodo, o simplemente para matar un poco del tiempo que tanto suele sobrar cuando
se es joven. No descartaba la posibilidad de que las montañas ardiendo y el la
lluvia de acido sulfúrico tuvieran alguna relación directa con el futuro próximo,
así que se esforzó al máximo para no dejar espacios en blanco, hasta llegó a
inventarse un par de conectores para que no pareciera un montón de cuentos
cortos. ¿Pero la vida no esta dividida en cuentos? Una vida no se puede contar
de forma recta cuando esta llena de curvas, al igual que con las personas cada
grupo de personas es un pequeño mundo, y a veces es mucho mejor pasearse por
los diferentes planetas que construir muros para no salir del que más te gusta,
el paso del tiempo hará que ese mundo se vuelva aburrido de una forma
insoportable, y esos muros construidos con tanta emoción serán la prisión que
carcoma tus días.
Cuando por fin, después de casi
veinte minutos quedo satisfecho con la historia en su cabeza, la cual
escasamente tenía diálogos y estaba conformada casi en su totalidad por lo que desearía
haber visto aquella noche helada, se dio cuenta de que la realidad es moldeable
siempre y cuando se trate de algo subjetivo. ¿Quién le refutaría que era
mentira? , nadie tenía argumentos para hacerlo, y consiente de esto, de a pocos
empezó a creerse cada mentira que se decía a si mismo. Y a fin de cuentas todo
es subjetivo, todo depende de la forma en que lo observes y percibas, hasta los
objetos más comunes pueden contener infinidad de significados diferentes
dependiendo de cada persona.
Decidió levantarse para tomar una
ducha y alistarse para un nuevo día como todos los demás, se levantó con
dificultad y torpemente tomó lo primero que sacó del closet y su toalla.
Mientras el agua limpiaba tanto su cuerpo como sus pensamientos empezó a
imaginarse en el mismo barco pesquero con el que había soñado y a placer se
desplazó por todos los puertos del mundo mientras se enjabonaba. Miró
directamente el chorro que caía de forma constante y vio como el agua se
tornaba de un color rojizo, no pudo evitar probarla para darse cuenta que tenía
un delicioso sabor metálico que se adhería a sus encías, ya todo estaba claro.
Por: Juan José Cadena D.
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