Creo
que no escribí este texto a tiempo
Y por
eso llevo más de una hora
Sentado
a oscuras en mi habitación
Con música
clásica de fondo
Tecleando
palabras que no me gustan
Tan solo
para borrarlas tras
Sus efímeros
segundos de existencia.
Quizá
es cierto que hay temas
De los
que solo se puede
Escribir
en caliente,
Con el
sentimiento
A flor
de piel,
Con el
nudo en la garganta,
Las palpitaciones
aceleradas
Y esa
extraña resistencia
Del aire
que sientes tras
Haber
creado una conexión,
Hecho
catarsis;
Temas
de los que solo es posible
Hablar
cuando se sienten
Esas
ganas inexplicables
De acostarse
en una cama
Y ver
pasar los años sin
Siquiera
tener las valentía
De cerrar
los ojos y dormir,
Cuando
el tiempo se va
De fiesta
aprovechando
Que no
tienes interés alguno
En ver
el reloj cada
Cinco
minutos.
Sí,
esto lo debí haber escrito sin afán
Y sin
pensar en ustedes,
Ojos
perezosos que se saltan
Un par
de líneas sin la menor
De las
vergüenzas
Para
luego alegar que
No entendieron
el mensaje;
Hay que
ser muy inocente
Para
creer que vas a poder
Entender
lo que otro escribe;
Tener
mucho carácter expresado en
Algunos
sueños que crees propios
Acompañados
de tiempo libre
Nunca
es suficiente
Para
interpretar
Y esa
es una de lecciones
Que no
aprenden todos
En este
mundo,
Aunque
deberían.
Es
frustrante para mí
No poder
escribir esto
De una
manera que me
Satisfaga;
Me dan
ganas de pegarme
En la
cabeza un par de golpes
Para
sacar todas esas frases
Que llevo
días repitiendo mientras
Camino
en los pasillos,
En la
ducha,
Mientras
sostengo una
Conversación
sobre un
Tema
que me parece irrelevante
Con alguien
que no me
Parece
siquiera interesante.
Nada,
todo se queda
En simples
intentos,
En gritos
al vacío,
En
juegos de palabras
Que ni
yo mismo voy a entender
En un
par de meses;
Y sí
que me da pereza
Escribir
para complicarme
Más la
existencia,
Pero
me niego
A quedarme
con
Esta
saliva seca
Quemándome
los labios.
Vamos
de nuevo, entonces,
Es
posible que esta vez
Aparezca
algo decente
En
la pantalla.
No
sé por qué hablaste
De palabras
en las que
Nunca
estuviste dispuesta
A creer
del todo,
Como
si con el simple
Acto
de decir una o dos
Frases
todos pudiésemos
Acceder
al paraíso
Que tanto
te jactas de
Hallar
cuando deambulas
Por las
calles de una
Ciudad
que te es impropia.
Vives
las peripecias
De
la lejanía que se niega
A aceptarte
mientras
Luchas
por librarte
De unas
ataduras
Que
resultaron ser de acero
Con una
mochila
Deshilachada
colgando
De tus
hombros,
Poco
tiempo
Y mucha
ganas de comer;
Hace
ya tiempo que has
Debido
comprender
El hecho
de que
En esta
vida no siempre
Ganan
los que más quieren
Ni los
que tienen una visión
Más
inteligente de la realidad;
Aquí
todos vamos de un
Lado
a otro haciendo
Actividades
que no tienen
Sentido
para poder comer
Y
salvarnos del tedio
Infinito
que pueden llegar
A ser
la soledad y el silencio
O,
peor aún, el estar
Rodeado
de personas
Casi
inexistentes
En medio
del bullicio.
Hoy
me desperté con la
Cruda
certeza de que
No eres
nadie y de que
Estás
en un punto de tu
Vida
en el que te quedan
Pocas
oportunidades
De salir
de esa incómoda
Posición,
Si es
que te importa,
Si es
que tienes en tu
Cabeza
algo que no
Sean
anécdotas banales
Tan entretenidas
Como
un partido de fútbol
Entre
dos equipos
De los
que no se tiene
Conocimiento
alguno
Un domingo
caluroso
A
las cuatro de la tarde,
Si
es que, por casualidad,
Hoy no
te despertaste con
Ganas
de olvidarte del mundo
Que hace
ya tiempo se olvidó
De ti
a manera de reivindicación
Silenciosa
por la serie de malas
Decisiones
que sabes que has
Venido
tomando durante los
Últimos
años de tu vida.
No
sé por qué hablaste de palabras,
No sé
por qué llegaste siquiera a
Considerar
que pueden ser
Instrumentos
justos y precisos
Para
crear cercanía en la distancia,
Máquinas
del tiempo que nos
Mantienen
distraídos con imágenes
De los
que fuimos y lo que podemos
Llegar
a ser para darle tiempo
Al destino,
a la espera de que
Le venga
en gana ponernos
Una vez
más cara a cara
Y reírnos
a carcajadas
Porque
logramos ser
Tan tercos
como nos lo
Propusimos
de manera
Tácita
con esa última
Caricia
silenciosa
E insignificante
Dada
de manera apresurada
Por la
inminente separación
Que se
nos venía encima.
No
eres nadie y creo que
Por eso
le tienes tanto miedo
A los
vacíos,
Le tienes
miedo a poder
Llenarte
de algo diferente
A un
pasado del que,
Con
alegría, te sientes
Alejada
en demasía;
Tu fortaleza
está tan solo
En la
absoluta certeza de
No querer
seguir siendo
Tú misma,
Pero
hace tiempo que te
Diste
cuenta de que es
Algo
aparente,
Ilusorio,
Inexistente,
Intangible,
Inútil;
Ahora
sientes miedo
Y es
algo comprensible,
Pero
no tienes por qué
Meter
palabras en este
Embrollo
que tú misma
Formaste
pensando
Que
podías salir
Fortalecida,
No tienes
por qué
Hablar
de lo que no
Te compete,
Aunque
eso que no
Te compete
Sean
tus propios
Sentimientos.
No,
no debiste haber
Metido
a las palabras
En este
dilema,
Debiste
haberte quedado
En silencio
Mientras
yo partía
Porque
no hay peor
Compromiso
que aquel
Que se
ha hecho medias;
Ahora
ni las palabras
Ni yo
tenemos idea de qué
Hacer
y tú te fuiste
Sin razón
alguna;
¿Qué hago yo con tantas
Palabras
de importancia nula?
Sí,
debí haber escrito esto
Hace
un par de semanas;
Hoy todo
se siente frío y lejano
Cuando
hace muy poco
El resultado
pudo ser
Una amalgama
de honestidad
Brutal
que prometía
Mover
algo en ustedes.
Una lástima.
La
próxima vez trataré
De no
perder el tiempo,
Escribir
con la sangre
En plena
ebullición;
Las ideas
no son suficientes
Para
escribir algo
Que valga
la pena.
Por:
Juan José Cadena D.
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