lunes, 28 de septiembre de 2015

Esto pudo haber sido interesante

Creo que no escribí este texto a tiempo
Y por eso llevo más de una hora
Sentado a oscuras en mi habitación
Con música clásica de fondo
Tecleando palabras que no me gustan
Tan solo para borrarlas tras
Sus efímeros segundos de existencia.
Quizá es cierto que hay temas
De los que solo se puede
Escribir en caliente,
Con el sentimiento
A flor de piel,
Con el nudo en la garganta,
Las palpitaciones aceleradas
Y esa extraña resistencia
Del aire que sientes tras
Haber creado una conexión,
Hecho catarsis;
Temas de los que solo es posible
Hablar cuando se sienten
Esas ganas inexplicables
De acostarse en una cama
Y ver pasar los años sin
Siquiera tener las valentía
De cerrar los ojos y dormir,
Cuando el tiempo se va
De fiesta aprovechando
Que no tienes interés alguno
En ver el reloj cada
Cinco minutos.
Sí, esto lo debí haber escrito sin afán
Y sin pensar en ustedes,
Ojos perezosos que se saltan
Un par de líneas sin la menor
De las vergüenzas
Para luego alegar que
No entendieron el mensaje;
Hay que ser muy inocente
Para creer que vas a poder
Entender lo que otro escribe;
Tener mucho carácter expresado en
Algunos sueños que crees propios
Acompañados de tiempo libre
Nunca es suficiente
Para interpretar
Y esa es una de lecciones
Que no aprenden todos
En este mundo,
Aunque deberían.

Es frustrante para mí
No poder escribir esto
De una manera que me
Satisfaga;
Me dan ganas de pegarme
En la cabeza un par de golpes
Para sacar todas esas frases
Que llevo días repitiendo mientras
Camino en los pasillos,
En la ducha,
Mientras sostengo una
Conversación sobre un
Tema que me parece irrelevante
Con alguien que no me
Parece siquiera interesante.
Nada, todo se queda
En simples intentos,
En gritos al vacío,
En juegos de palabras
Que ni yo mismo voy a entender
En un par de meses;
Y sí que me da pereza
Escribir para complicarme
Más la existencia,
Pero me niego
A quedarme con
Esta saliva seca
Quemándome los labios.
Vamos de nuevo, entonces,
Es posible que esta vez
Aparezca algo decente
En la pantalla.

No sé por qué hablaste
De palabras en las que
Nunca estuviste dispuesta
A creer del todo,
Como si con el simple
Acto de decir una o dos
Frases todos pudiésemos
Acceder al paraíso
Que tanto te jactas de
Hallar cuando deambulas
Por las calles de una
Ciudad que te es impropia.
Vives las peripecias
De la lejanía que se niega
A aceptarte mientras
Luchas por librarte
De unas ataduras
Que resultaron ser de acero
Con una mochila
Deshilachada colgando
De tus hombros,
Poco tiempo
Y mucha ganas de comer;
Hace ya tiempo que has
Debido comprender
El hecho de que
En esta vida no siempre
Ganan los que más quieren
Ni los que tienen una visión
Más inteligente de la realidad;
Aquí todos vamos de un
Lado a otro haciendo
Actividades que no tienen
Sentido para poder comer
Y salvarnos del tedio
Infinito que pueden llegar
A ser la soledad y el silencio
O, peor aún, el estar
Rodeado de personas
Casi inexistentes
En medio del bullicio.
Hoy me desperté con la
Cruda certeza de que
No eres nadie y de que
Estás en un punto de tu
Vida en el que te quedan
Pocas oportunidades
De salir de esa incómoda
Posición,
Si es que te importa,
Si es que tienes en tu
Cabeza algo que no
Sean anécdotas banales
Tan entretenidas
Como un partido de fútbol
Entre dos equipos
De los que no se tiene
Conocimiento alguno
Un domingo caluroso
A las cuatro de la tarde,
Si es que, por casualidad,
Hoy no te despertaste con
Ganas de olvidarte del mundo
Que hace ya tiempo se olvidó
De ti a manera de reivindicación
Silenciosa por la serie de malas
Decisiones que sabes que has
Venido tomando durante los
Últimos años de tu vida.
No sé por qué hablaste de palabras,
No sé por qué llegaste siquiera a
Considerar que pueden ser
Instrumentos justos y precisos
Para crear cercanía en la distancia,
Máquinas del tiempo que nos
Mantienen distraídos con imágenes
De los que fuimos y lo que podemos
Llegar a ser para darle tiempo
Al destino, a la espera de que
Le venga en gana ponernos
Una vez más cara a cara
Y reírnos a carcajadas
Porque logramos ser
Tan tercos como nos lo
Propusimos de manera
Tácita con esa última
Caricia silenciosa
E insignificante
Dada de manera apresurada
Por la inminente separación
Que se nos venía encima.
No eres nadie y creo que
Por eso le tienes tanto miedo
A los vacíos,
Le tienes miedo a poder
Llenarte de algo diferente
A un pasado del que,
Con alegría, te sientes
Alejada en demasía;
Tu fortaleza está tan solo
En la absoluta certeza de
No querer seguir siendo
Tú misma,
Pero hace tiempo que te
Diste cuenta de que es
Algo aparente,
Ilusorio,
Inexistente,
Intangible,
Inútil;
Ahora sientes miedo
Y es algo comprensible,
Pero no tienes por qué
Meter palabras en este
Embrollo que tú misma
Formaste pensando
Que podías salir
Fortalecida,
No tienes por qué
Hablar de lo que no
Te compete,
Aunque eso que no
Te compete
Sean tus propios
Sentimientos.
No, no debiste haber
Metido a las palabras
En este dilema,
Debiste haberte quedado
En silencio
Mientras yo partía
Porque no hay peor
Compromiso que aquel
Que se ha hecho medias;
Ahora ni las palabras
Ni yo tenemos idea de qué
Hacer y tú te fuiste
Sin razón alguna;
¿Qué hago yo con tantas
Palabras de importancia nula?

Sí, debí haber escrito esto
Hace un par de semanas;
Hoy todo se siente frío y lejano
Cuando hace muy poco
El resultado pudo ser
Una amalgama de honestidad
Brutal que prometía
Mover algo en ustedes.
Una lástima.
La próxima vez trataré
De no perder el tiempo,
Escribir con la sangre
En plena ebullición;
Las ideas no son suficientes
Para escribir algo
Que valga la pena.

Por: Juan José Cadena D.

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