Creo
que hoy escribo porque
Desperté
con muchas dudas,
Más
dudas de lo habitual,
Dudas
que van más allá
Del
incierto futuro que
Parece
siempre estar
Dispuesto
a sorprendernos
Con
sus vagas inseguridades.
Hoy
me desperté pensando
En
una mirada con la que
No
me encuentro hace
Un
par de meses y sentí
Un
escalofrío apoteósico
Al
caer en la cuenta de que
La
lógica indica que no
La
veré de nuevo y que
Nuestra
despedida puede
Resumirse
en un “hasta luego”
Y
unos cuantos besos al aire
Que
salieron de mis labios
Como
mero acto rutinario;
Una
cortesía,
Un
automatismo,
Una
acción instintiva
Colada
en medio de la
Racionalidad
a la que
Suelo
relegar este tipo
De
deberes.
Salí
a caminar,
Me
senté en un parque,
Me
levanté,
Seguí
caminando,
Pasé
un par de calles,
Fijé
mi vista en los locales,
En
las ventanas de los edificios,
En
las caras de las personas
Desconocidas
que deambulan
Por
las mismos andenes que
Yo
frecuento resolviendo asuntos
Sin
importancia de sus vidas
Sin
importancia cada uno
De
los días de este calendario
Que,
a fin de cuentas,
No
tiene valor alguno.
Pisé
popó de perro
Y
no me importó,
Seguí
andando después
De
restregar el zapato
En
el asfalto con algo
De
asco por el pútrido olor
Colándose
en mi boca
Y
fosas nasales,
Seguí
andando y pensando
En
que tal vez sigo
Siendo
el mismo de hace
Un
par de meses y ese
Es
el problema,
Seguí
andando con
Recuerdos
que casi nunca
Siento
como propios
Sobre
mis hombros,
Resolviendo
paso a paso
Enigmas
que no me
Llevan
a ninguna parte,
Construyendo
universos
Con
base en los pequeños
Detalles
que nunca se
Materializaron,
En
las bifurcaciones
Que
decidí pasar de largo,
En
el silencio de una
Noche
lejana
En
la que jugamos
A
ser los dioses en los
Que
no creíamos
Para
manejar el tiempo
A
nuestro antojo
Y
siempre decidir
Volver
a ese lugar,
A
esa temperatura,
A
ese momento,
A
ese reflejo parco
En
la pupila ajena
Bajo
la iluminación adecuada.
Recibí
una llamada,
Contesté
de mala gana,
Era
una amiga,
Una
buena amiga que tenía
Ganas
de saber de mí
Después
de un largo tiempo
Sin
habernos contactado,
Una
buena amiga con
La
que no quería hablar,
Una
buena amiga que de seguro
No
me llamará de nuevo
Debido
a que le di un mal
Trato
sin motivo aparente;
“¿Cómo
va tu vida?”,
“Bien”,
“¿Tu
familia qué tal?”,
“Bien”,
“¿Qué
tal la universidad?”,
“Bien”,
“¿Sigues
escribiendo?”,
“A
veces.
Cuando
no soporto más el mundo.
Cuando
estoy muy aburrido.
Cuando
la boca me sabe a mierda
Y
el sabor no se va con conversaciones
Vagas
en las que no me viene en gana
Participar
más de los estrictamente
Necesario.
A
veces, solo a veces”,
“Comé
mierda”,
“Eso
hago.
Saludes
a tu mamá”.
Colgó
de manera instantánea
Y
me dejó con ganas de hablar
Con
alguien más,
Pero
nadie,
No
hay nadie con quien hablar,
No
hay nadie con quien valga
La
pena cruzar palabra,
No
hay nadie que me interese
Y
me refugio en la maltrecha idea
De
que conformarse puede ser
Considerado
un acto de valentía;
Pasan
días y noches que son iguales,
Ideas
que no me mueven de la cama
Transitan
mi cabeza como si fuese
Una
autopista sin límite de velocidad
En
la que a diario mueren inocentes
Animales
ante esa mirada parca que
Me
juzga sin atreverse a soltar palabra,
Que
se queda estática ante mi displicencia,
Ante
mis falsas demostraciones de libertad;
Me
miro al espejo para darme cuenta
De
que lo único que no me permite
Cambiar
son las irrefrenables ansias
Que
siento por hacerlo,
Me
afeito,
Me
lavo la cara,
Me
cepillo los dientes con frenesí,
Me
quito la camiseta,
Hago
muecas,
Me
despeino,
Me
convenzo de que vale la
Pena
seguir con la farsa,
Me
acicalo,
Salgo
al mundo con una
Concepción
más acertada
De
lo que significa la felicidad
Para
poder sentarme frente
A
esta pantalla y poder
Seguir
escribiendo con
La
tranquilidad y firmeza
Con
la que me gustaría
Ser
recordado tras mi
Inevitable
muerte.
Es
muy tarde,
Estoy
cansado de recordar,
De
recordar y pensar que
Le
he hecho honor a ideas
Que
no me son propias,
Que
me he inculcado,
Que
he terminado por creer;
Estoy
cansado de recordar,
De
recordar que vivo
En
medio de una farsa
En
la que me siento
Alegre
de vez en cuando,
De
recordar que habito
Una
cueva inhabitable
Que
me sobresatura
A
cada instante los
Motivos
para seguir
De
pie hasta la madrugada,
Una
cueva que me utiliza
Un
poco más de lo que
Yo
la utilizo y se siente
Orgullosa
por ello,
Una
cueva que me deja
Rasgar
y garabatear
En
sus paredes a cambio
De
la inerte iluminación
Que
conmigo viene
Y
que funciona más
Como
adorno que
Como
utensilio.
Es
tarde,
Tengo
sueño,
Ganas
de olvidar,
Ganas
de borrar
Estas
palabras,
Ganas
de gritar
En
medio de la noche
Para
que hasta mis
Antepasados
tiemblen;
Es
tarde,
Muy
tarde,
Demasiado
tarde,
Tengo
sueño y sigo
Aquí
escribiendo
Porque
a veces creo
En
el olvido como una
Simple
manifestación
De
la eternidad,
Porque
siento que
Con
cada tecla
Se
evapora un poco más
Esa
mirada parca
Que
me tiene
De
pésimo humor.
Por:
Juan José Cadena D.
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