Estoy
sentado frente a una hoja blanca
Esperando
a que se llene de palabras
A
las que no les doy mucha importancia;
Miro
la hoja con ganas de que en ella,
En su
inmaculada pulcritud,
Quepa
el universo entero,
Las ideas
que a veces pienso tener,
Los personajes
que a veces veo pasar,
Los momentos
que a veces se me escapan
Por
andar pensando en qué escribir.
Sí
que paso tiempo ante una hoja blanca,
Siento
que los días transitan
Mientras
yo sigo aquí sentado
Intentando
convencerme de que falta poco
Para
que esa idea brillante aparezca
De manera
repentina frente a mis ojos;
A
veces pienso que podría estar realizando
Actividades
un tanto diferentes,
El tipo
de actividades que te dejan algo,
Algún
mínimo detalle que permita
Recordarlas
la semana entrante,
Aquel
detalle que parece darle alguna valía
En un
mundo en el que cada vez
Parezco
valer menos
Porque
los segundos que contabilizo,
A
causa del aburrimiento taciturno,
Se me
siguen escapando
En medio
de meditaciones improductivas;
Pero
no hago nada más,
Sigo
aquí sentado con ganas de ser viejo
Para
poder ser leído con cierta seriedad,
Para
tener la garantía de que escribo
Una que
otra frase que vale la pena.
Me
siento frente a esta hoja blanca
Solo
para comprender
Que no
tengo nada que decir,
Que
no tengo nadie a quien decirle
Lo que
considero importante en la vida,
O,
bueno, que tal vez los tengo,
Pero
no me viene en gana hablarles
De temas
que van más allá de las noticias,
De las
banalidades que parecemos
Acoger
como filosofía de vida,
Del entretenimiento
insensible
Al que
nos sometemos para creer,
Aunque
sea por escasos instantes,
Que vamos
por el camino correcto,
Que aquel
error no es irremediable,
Que alguien,
en algún momento,
Nos ha
dicho la verdad
Y no
nos hemos dado cuenta;
Me siento aquí para recordar,
Para
revivir,
Para
cambiar,
Para
reinventar,
Para
mejorar,
Para
desintoxicar,
Para
realzar,
Para
alejarme de todo y renacer,
Para
mentir sin remordimiento,
Para
seguir despierto,
Para
poder dormir en paz.
Me
siento aquí y no hago nada,
Estoy
frente a una hoja tan vacía
Como
mi propia mente,
Acariciando
ideas que no son mías,
Recontando
historias que no me tocó vivir,
Hablando
de personas que no conozco
Por la
simple imposibilidad que aquello implica;
Me
siento aquí y no soy nadie,
Un trago
de saliva,
Un error
ortográfico,
Un
pisapapeles;
Sostengo
un lapicero sin tinta
Que parece
burlarse de mí
Mientras
sigo pensando en que soy joven,
En
que todavía puedo soñar
Con cambiar
al mundo
Desde
esta silla
Que me
causa dolor de espalda.
Lo
bueno es que las posibilidades
Siguen
siendo infinitas
Antes
de trazar la primera letra;
Siempre
me ha gustado sentirme
Parte
del universo,
Diminuto
e innecesario, tal vez,
Pero
parte de aquel universo
En el
que no parezco poder escribir nada.
Por:
Juan José Cadena D.
¿Uno cómo le da "like" a algo aquí?
ResponderEliminar