Detalles irrelevantes

Lo más interesante de estar vivo

Es el hecho de que no existe

Nada más aterrador que la normalidad;

Levantarse,

Bañarse,

Comprar un poco de sal

En la tienda de la esquina,

Ver pasar el tiempo

Y acostarse a dormir

A sabiendas de que sigues

Siendo el mismo,

De que podrías pasar

El resto de tus días

En medio de esa rutina.

Es terrible siquiera pensar

Que tu paso por este mundo

Puede verse resumido

En días y noches

Que se desdibujan

En un pasado que tiene

Una importancia nula,

Imaginarse alienado,

Sin sueños,

Acostado junto a alguien

Que ya no tiene nada

Interesante que decirte

A la espera del partido

Del domingo,

Con la alacena llena

De posibles emociones

Embotelladas que parecen

Gritar de vez en cuando.

Despertarse un día

Y darse cuenta de que

Te has quedado sin vacíos,

Sonreír un poco por ello,

Ir al trabajo,

Cocinar el almuerzo,

Ver televisión,

Dormir de nuevo,

Siempre dormir,

Siempre en la búsqueda

De estar dormido

Una vez más,

Siempre queriendo

Estar sumergido en sueños

Que ni siquiera vas a recordar

Por su falta de significado.

Sí, eso es lo más emocionante

De ser un ser humano,

Despertarse a la espera

De sentimientos

Que tal vez no lleguen,

Estar en la lucha constante

Contra una existencia

Que parece sernos ajena,

Sacar el perro,

Tomarse una cerveza,

Hablar con aquel amigo,

Leer un libro,

Adelgazar un poco.

Todos buscamos ese estado,

Esa anomia,

Esa lejanía absoluta,

Esa dejadez,

Ese automatismo;

Todos buscamos la excusa

Exacta para recostarnos

En el sofá y dejar que

El sol se esconda de nuevo,

Darle otra vuelta al reloj

Y seguir aquí,

Sin motivos,

Sin razones,

Sin preguntas,

Pero seguir haciendo presencia,

Seguir construyendo

Una historia horizontal

Encaminada hacia

Una muerte digna,

Hacia un par de lágrimas sinceras

Brotando de los ojos

De tus seres queridos,

Hacia unas cuantas palabras

Inatendidas por un público

Concentrado en sí mismo;

Tal vez, con algo de suerte,

Dejar un último consejo,

Irse con la satisfacción

De que todo está dicho,

De que era algo inevitable,

De que no se sufrió tanto.

Y es que a veces pienso

Que no hay mayor problema

Que el miedo que se le tiene

Al sufrimiento,

A ese pájaro que se posa

En tu hombro izquierdo

Amenazando con quedarse

Para siempre y mirarte,

No hacer nada extraordinario,

Solo quedarse ahí,

Examinarte,

De seguro juzgarte en silencio;

A esa entidad que logra

Que haya días en los que

No te venga en gana

Mirarte en el espejo

Porque sabes que

Te verás diminuto,

Insignificante,

Inverosímil;

Sí, a veces pienso

Que le tenemos miedo

A todo lo que nos mantiene vivos,

A todo lo que puede llegar

A hacernos sentir únicos

En los momentos en que no lo somos,

Al rayo que nos despierta,

Que nos saca de la vigilia,

Del edén ilusorio construido

Con ideales de terceros.

Pero a nadie le importa,

A nadie le importan

Este tipo de cuestiones

Cuando hay cuentas que pagar,

Bocas que besar,

Labores domésticas que hacer,

Todos tenemos que hacer una llamada,

Poner música para escapar del silencio

Y llegar a la tácita conclusión 

De que la depresión es un estado

De absoluta valentía,

Un absurdo,

Un recuerdo de tiempos pasados,

Una ansiedad tan humana

Que se hace imposible de entender,

Una crónica en

El periódico dominical,

Un estornudo.

Buenos días,

Buenas tardes,

Buenas noches,

Saltemos en una pierna,

Rompamos ese vidrio,

Olvidemos a esa mujer,

Y volvamos a dormir

Manteniendo firme la esperanza

En que el despertar seguirá

Siendo una aventura,

En que hay una razón

Para levantarse de la cama,

O quedarse en ella,

Si así lo preferimos,

Creo que eso ese detalle

Resulta siendo irrelevante.

Por: Juan José Cadena D.